Revisión Editorial
La revisión editorial es una de las especialidades más atractivas de mi trabajo. La revisión de una obra literaria no solo consiste en reparar errores tipográficos y de ortografía o gramática, sino que implica también una parte primordial de asesoramiento.
El estilo es la parte más subjetiva de valorar y apreciar de una obra y el asesoramiento en ese sentido es delicado pero clave. La figura del lector cero es también un eslabón esencial en la cadena editorial. Cuando me contratan como lector cero, mi trabajo es leer la obra con los ojos de un lector para poder garantizar que no hay vacíos argumentales, que la obra consigue su objetivo (es entretenida, hace reír, mantiene el misterio, etc.) y que queda lista al 100% para su publicación. Para estos proyectos, redacto un informe que comento después con el escritor/la escritora. Formar parte del proceso de publicación de un libro es una auténtica gozada.
La traducción editorial viene después de la revisión y la lectura cero de la obra original y se subdivide en varias fases: prelectura, traducción y revisión. Respetar las fases del proceso es primordial en este tipo de proyectos, puesto que hay que garantizar la consistencia y continuidad y nunca se sabe si determinado lugar o mote va a resultar clave para el desenlace de la trama. Considero imprescindible un contacto directo con el escritor o la escritora para que aporten matices y aclaraciones y para involucrarlos en la toma de decisiones.
